La terapia es un espacio conversacional de generación de significados (Bebchuk, 1993) en donde cada persona junto a su terapeuta logra construir una visión alternativa a un problema determinado. Cada persona en este mundo tiene su propia visión de las cosas, su propia visión del mundo y sus respectivos significados por lo que cada terapia es diferente y cada alternativa de solución a un problema depende de cada persona y de lo que se construye dentro del espacio terapéutico. Lo más importante que debes considerar, es que el constructor de su propia terapia eres tú mismo, la función como terapeuta es guiar y ayudar a encontrar una nueva mirada a una situación, pero el trabajo más importante para realizar un cambio siempre es de las personas que lo necesitan.

“… Cambia tú. Cambia radicalmente. Deja de hacer las cosas que has estado haciendo siempre. Empieza a hacer cosas que no hayas hecho nunca. Cambia radicalmente, vuélvete una persona nueva y te sorprenderás. (...) Nunca estés esperando que el otro cambie…”

El mejor indicador que puede tener cada persona para decidir si quiere o no venir a terapia es la propia sensación de tener un problema y la necesidad de querer hablarlo con alguien para tener una nueva perspectiva o simplemente el deseo de búsqueda de una solución a una situación que genera malestar o incomodidad. También es una buena señal cuando alguien siente que ha habido múltiples intentos de salida a un problema sin resultado, o la necesidad de resolver algo mientras se atraviesa por una crisis o dificultad. 

La verdad de las cosas es que NO existe un solo motivo o razón para querer asistir a terapia, a veces las personas buscan en este espacio la posibilidad de hablar de temas que nunca han hablado con otras personas u otras veces buscan en la terapia la última posibilidad de solución a un problema que se extiende por mucho tiempo, otros lo hacen por complacer a su pareja o para evitar que las cosas empeoren, o incluso existe la necesidad de venir a consultar para evitar que “algo cambie” en su forma de vida actual o al contrario porque justamente lo que necesitan es un cambio en su vida actual.  En resumen, sin importar cuales sean los motivos lo que te debe conducir a tomar la decisión de venir a consultar es cuando TU MISMO/A sientes que lo necesitas, ese es su mejor indicador personal.

No, este es un mito propio de la visión tradicionalista de la psicología que se arrastra desde principios de siglo XX. Cada persona requiere su propio tiempo para solucionar un problema ya que existen diferentes perspectivas y maneras de entender “un problema determinado” y distintos niveles, formas, visiones de comprensión del mundo y la realidad, en este sentido hay personas que necesitan 2 a 3 sesiones, otros necesitan 10, otros tal vez 15 o más, etc. Es absolutamente variable todo depende de cada persona y del problema que lo trae a consultar, lo más importante que debes saber en estos casos es que su terapia durará lo que necesites, hasta que tú mismo/a sientas alivio a tu problema ¡El espacio terapéutico es un espacio absolutamente tuyo, diseñado contigo y para ti! Lo que dure tu terapia lo decides tú mismo/a ya que tú eres el mejor conocedor de tu propia vida y dueño/a de esta.

Por supuesto que no es necesario, puedes asistir a terapia individual o de parejas según sea tu necesidad independiente de cuál sea tu situación sentimental: soltero/as, novio/as, relaciones formales, casado/as, separados, divorciados, viudos, convivientes, relaciones abiertas, los que no saben cómo definir su relación, etc.

La terapia es un proceso individual o de pareja donde se trabajan significados personales y psicoemocionales de cada persona profundizando y co-construyendo en conjunto al terapeuta lo que se necesita para lograr el alivio a un problema, el proceso depende del paciente o cliente y genera como objetivo final una sensación de alivio o resolución de un problema.

El programa o mentoría individual personalizada es una mezcla de técnicas de psicoterapia y herramientas de coaching que están pensadas para llevar al paciente/cliente al alcance de un objetivo, cumpliendo tareas y metas específicas de cada persona en particular. Dentro de esta metodología están las sesiones online personalizadas, tareas, lecturas, sesiones de coaching, etc. y llevan al cliente a tomar acción para lograr un propósito.

En resumen, la terapia está más orientada a la búsqueda de una solución y alivio de un problema, mientras que la mentoría o programa individual está más orientada a tomar acción y conseguir un objetivo deseado.